Este curso 21-22 la Presencia Escolapia en Barbastro está de celebración.
Cumplimos, 300 años en el colegio actual, desde 1721, y en 2022 cumpliremos 345 años desde que los escolapios llegaron por primera vez a Barbastro en 1677.
Según la RAE celebrar significa: Llevar a cabo actos públicos, como reuniones, ceremonias, espectáculos, etc. Conmemorar un acontecimiento, especialmente si para ello se organiza una fiesta u otro acto.
Y esto es lo que vamos a hacer conmemorar este acontecimiento tan especial en la historia de la Escuela Pía y en la de Barbastro.
Según cuenta la historia el 22 de julio de 1677 llegan los escolapios a Barbastro. En octubre se abren las escuelas. En 1680, los que no veían con buenos ojos aquella obra, consiguen que sean expulsados de la ciudad. López Novoa en su Historia de la muy noble y muy leal Ciudad de Barbastro relata así la vuelta de los escolapios a Barbastro: “Se creyó llegado en 1704, y el señor obispo D. Francisco de Paula Garcés, el Dr. D. Gonzalo de Aniñón, deán de la santa iglesia, con el prior y jurados de la ciudad, trataron el negocio, y contando con suficientes recursos para fundar de nuevo el colegio, (…) resolvieron de común acuerdo practicar las oportunas diligencias para la venida de los Padres Escolapios. (…) Tenía Dios reservado el llevar a cabo tan útil y benéfica obra, cual era la instalación permanente del colegio de las Escuelas Pías, al caballero D. Manuel Pilares y Calasanz, que se tenía por pariente del santo Fundador de aquellas, y a su virtuosa mujer Dª Manuela Franco, los cuales, no teniendo sucesión, destinaron todos sus bienes para fundar en sus días tan religioso instituto. Muerto D. Manuel, dicha su señora con heroica y generosa resolución donó absoluta e irrevocablemente todos los bienes del difunto y los suyos propios a favor de la fundación. (…) Aceptada la fundación en el año 1720 por el R. P. Antonio de San Medardo, vicario general de las Escuelas pías en España, y obtenida la licencia del señor obispo D. Carlos Alamán, se abrieron las escuelas públicas de primeras letras y gramática latina el 19 de octubre de 1721 en la casa de la misma fundadora Dª. Manuela Franco (entre la calle Mayor (hoy Argensola) y el río. Coincide plenamente con el actual emplazamiento del colegio) (…) Esta piadosa señora murió a los siete años después de la fundación, habiendo vivido retirada del mundo, y practicando constantemente las virtudes en la habitación separada que ella misma se había elegido y reservado en la casa que cediera para el colegio.”
Y así es como comienza esta historia, gracias a las personas que en aquel momento no cejaron en su lucha de hacer posible que se fundara en Barbastro la obra que años atrás comenzó José de Calasanz en Roma.
Desde entonces el colegio ha mantenido abiertas sus puertas sin dejar de llevar a cabo la misión encomendada: educar a niños y jóvenes, excepto a comienzos de la guerra civil española, en la que el colegio quedó convertido en cárcel, y por ello las clases dejaron de impartirse.
Puede que de aquel primer edificio no quedé tan apenas nada, los tiempos han hecho que las instalaciones se modernicen con el paso de los años adaptándose al período que le ha tocado vivir y a las leyes educativas vigentes en cada momento. Independientemente del momento y de las leyes educativas hay algo que siempre ha permanecido vivo, como si estuviera impregnado en las paredes centenarias que nos arropan, y esto es la innovación educativa manteniendo siempre vivo el lema de Piedad y Letras, Fe y Cultura en el día a día.
Por ello os invitamos a celebrar con nosotros este acontecimiento, sobre todo recordando y teniendo en cuenta a todos los niños, niñas y jóvenes que iniciaron, inician e iniciarán su educación en nuestro colegio, recordando a la ciudadanía de Barbastro que seguimos presentes en la ciudad, que por aquí han pasado muchas personas ilustres y otras que quizás no lo sean, no por ello menos importantes, porque todos y todas han trazado parte de sus vidas dentro de la Escuela Pía dejando su huella. Cada uno contará su paso por Escolapios Barbastro, un paso que de una forma u otra habrá marcado sus vidas.
Ahora nos toca seguir haciendo historia, una historia en la que una vez más los auténticos protagonistas van a ser ellos los niños, las niñas, los jóvenes, los más necesitados, los menos escuchados…Nosotros como educadores escolapios tenemos que seguir acompañándoles y estar a su lado para saber qué les sucede en todo momento, crear los cauces necesarios para ello, hacer que una bonita historia nacida hace más de 400 años haga mella en sus corazones.
Por todo ello, celebremos la vida escolapia en Barbastro,
FELICES 300 Y POR MUCHOS AÑOS MÁS…
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