El calendario vuelve a pasar por enero, y como viene siendo desde 1982, se celebra el día mundial de la Paz y la No Violencia, y como ya es tradición, desde el centro San José de Calasanz de Barbastro trabajamos llenos de emoción este día tan especial, aunque nuestra meta sea que la Paz este presente no solo este mes sino todos los días del año.
Debido a todo lo que estamos viviendo, es ya el segundo año que no podemos juntarnos todos juntos en el recreo, ni hemos podido darnos las manos para celebrar como siempre la paz y bailar al ritmo de la música, tampoco juntarnos en una celebración común.
Pero pese a las circunstancias, no hemos perdido la ilusión. Y hemos encontrado la manera de celebrar igualmente este mes. De diferentes formas y cada uno desde su clase.
Los más pequeños del colegio, van a trabajar la paz leyendo un cuento, pero no es un cuento cualquiera, los alumnos van a ser los encargados de inventar el texto a partir de imágenes y sonidos, ellos mismos son los que van a crear sus propias reflexiones.
Todos tendremos pequeñas celebraciones en cada clase y como siempre estamos llenos de curiosidad por poder ver y escuchar cual es el concepto que nuestros compañeros tienen de la Paz, cuan diferente puede ser a nuestro propio concepto, y beneficiarnos de todos los diferentes puntos de vista. Llenarnos de ideas para ponernos en los zapatos de los demás con el objetivo de poder aprender.
Y por último tanto educación infantil como primaria van a bailar la canción “Vivan las manos de colores” y a crear unos paraguas muy originales para protegernos del egoísmo, la injusticia, insolidaridad, indiferencia… Decorando además de manera simbólica nuestras paredes con manos que representaran el sentimiento de unión que todos compartimos.
Quizás vemos algo muy complicado, muy grande, muy difícil e incluso imposible eso de conseguir la paz, resulta bastante obvio que uno solo no puede conseguir que acabe una guerra, o conseguir solucionar todos los conflictos y desigualdades de un país, pero ¿puedes hacer algo?, ¿puedes ayudar?, primero habrás de pararte a pensar ¿estás TÚ en paz?, ¿está la persona de al lado en paz? Es bastante probable que no sea así, ahora, ¿qué puedes hacer?, yendo más lejos, ¿qué vas a hacer? Es el momento de coger esos paraguas y protegernos a nosotros y a todos de las injusticias del mundo, quizás podamos empezar por el compañero de al lado, porque lo único que debes comprender es que tú puedes ser el cambio.
María Encuentra Vinós
4º ESO B
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